El descubrimiento por M. von Laue (1), en 1912, que los rayos X dan lugar a fenómenos interferenciales com los sólidos cristalinos ha revelado ser de una transcendencia y fecundidad admirables. Y es que constituyendo la prueba crucial de las ideas sobre estructura cristalina, imaginadas mucho antes - con visión profunda y certera - por Haüy (1781), Bravais (1850) y continuadoros, nada de extrano tiene que el gran descubrimiento diese origen a innumerables investigaciones y que éstas, magistralmente iniciadas en Inglaterra por W. H. Bragg y W. L. Bragg (1913), hayan conducido a resultados de capital importancia. Mas no será este maravilloso capítulo de la Física contemperánea la finalidad del presente Artículo, sino otra cuestión muy afín, segun veremos: la determinación rigurosa de masas atómicas, mediante datos rõntgenométricos y de densidad, referentes a sólidos cristalinos.